Qué gran pregunta. ¿Dónde están esos usuarios? Aquellos que antaño se sentaban en el sofá de su casa, mando en mano, para dejarse embaucar por la televisión. Aquellos que, exhaustos tras toda una jornada laboral o hastiados de tantas horas de clase, se reunían en armonía frente a esa ‘caja tonta’ que tantas alegrías les traía.
Esta situación, como en otros ámbitos como las salas de cine, ha cambiado. La colectividad ya no es un valor, sino una anécdota. El individualismo se ha impuesto de formas inimaginables, todo gracias a un nuevo medio: internet, ese gran desconocido. Y así es, porque aunque sea lo más omnipresente en nuestra sociedad actual, nadie terminará de entenderlo del todo. De saber qué es lo que funciona y qué no, cómo controlarlo, clasificarlo o limitarlo, cómo entender su naturaleza.
¿Cómo afecta esto a la publicidad? Absolutamente en todo. Ya no sirve el mismo lenguaje, las mismas imágenes y chascarrillos casposos para captar a una audiencia más educada en las artes de la imagen. Las empresas han de adaptarse de forma inmediata a la nueva demanda, basada en la creación de contenidos de interés y, sobre todo, en un nuevo espacio de influencia.
Los datos mandan. Según Google, 6 de cada 10 personas prefieren consumir el mismo contenido audiovisual a través de internet en lugar de hacerlo por la televisión en directo. Estiman, además, que para el año 2025 la mitad de los usuarios menores de 32 años no se llegarán a suscribir a los canales de televisión de pago. En 2015, las personas comprendidas entre los 18 y los 49 años de edad gastaron un 4% menos viendo la televisión, mientras el tiempo que invertían en Youtube aumentaba en un 74%.
Por ello, todos aquellos publicistas que aún piensen primero en la televisión cuando quieren anunciar una marca… ¡Despertad! La influencia de la televisión ha bajado exponencialmente en los últimos años en favor de las plataformas de vídeo online, la panacea de la publicidad. ¿Quién no querría hacer su campaña viral en Youtube, el medio online más utilizado para el consumo de audiovisual? Entre los milenials, Youtube representa ya dos tercios de todo el vídeo que se consume en internet, y el tiempo que éstos emplean entre su extensísimo archivo se duplica cada año.
No hay nada qué pensar. Ha llegado una nueva era, que trae consigo unos nuevos códigos y unos clientes potenciales que no se encuentran en los lugares tradicionales, sino en las esferas online que rodean al gigante del vídeo online: Youtube. El factor de éxito en un nuevo contexto siempre será, necesariamente, la adaptación darwiniana.